Cuando pierdes
la noción del tiempo,
decides esperar contra una pared...
Te recuestas y miras
pasar a los transeúntes...
Sólo en ese momento te das cuenta...
Tu vida,
ya sólo amarilla y negra,
es monótona,
aburrida...
Tus escenarios
dejaron de ser circulares
y ahora son cuadrados,
grises y patéticos...
Tus formas ya no son horizontales,
ni tranquilas,
ni relajantes,
ni pacíficas,
ni equitativas,
ni políticas...
Sino son ahora violentas,
democráticamente erróneas,
jerárquicas,
erguidas y
verticales...
Y el vanguardismo de la línea diagonal
te lo pasas ahora por las pelotas,
por los huevos,
por tu escroto empapado en salsa de soya,
en aceite lubricante,
en índoles cambiantes,
contrastantes y
contradictorias...
Y ahora es cuando te das cuenta...
Y cuando intentas erguirte,
ya no puedes...
Y cuando intentas pintar la pared,
se ha terminado la pintura...
Y cuando gritas para reclamarle a Dios,
ya es demasiado tarde...
Estás chingado y tirado a la mierda...
Además, acabo de tomarte una fotografía...
Siendo la comunicación en general una especie de estrategia publicitaria en pro al optimismo, tú nos llevas por un camino que pocos conocen: El pesimismo, que en todos los rincones del mundo se conoce con el nombre de "realidad". Nos invitas a caminar por ese sendero, pero vamos con los ojos vendados (porque no lo conocemos) y, aún así, nos haces ver todo a través de una narración y descripciones exquisitas... Pero eres fiel a tu estilo, cuando tienes en tus manos un poema tan bello, piensas "algo falta, no sería totalmente mío sin un par de húmedos senos o de peludas pelotas"... Y,cuando el camino parecía hacerse cada vez más bello, caemos inexplicablemente en un hoyo negro:El verso 8 no lo escribiste en pro al poema, sino a tu estilo, y por eso opaca la calidad de éste.
ResponderEliminarAtez...
ResponderEliminarDicho en otras palabras eres un emo chingón con un estilo algo pervertido.